El Tribunal de Primera Instancia de la UE ha apoyado en gran mayoría las decisiones de la Comisión Europea de penalizar a Microsoft por prácticas anticompetitivas confirmando de este modo la astronómica multa de 497,2 millones de euros impuesta a Microsoft.

Esta multa le fué impuesta al gigante de Redmon en el 2004, tras una inventigación que duró 5 años interpuesta por Sun Microsystems, que dictaminó que Microsoft había abusado de su posición de casi monopolio para fortalecer su posición en el mercado de sistemas operativos para servidores de grupos de trabajo y en el de reproductores multimedia.

Con esta sentencia, Microsoft no sólo tiene que hacer frente al pago de casi 500 millones de euros, sino que además deberá de comercializar una versión de su sistema operativo Windows sin el reproductor Windows Media Player, así como suministrar a los rivales información suficiente para que puedan fabricar productos compatibles con Windows.